Puede que parezca extraño, porque las primeras y mayores consecuencias de la crisis del coronavirus fueron el cierre a cal y canto de fronteras y del movimiento internacional de personas, pero lo más probable es que esta pandemia vaya a mejorar las posibilidades de migrar a través de la inversión.

Porque sí, es cierto que las restricciones y bloqueos a las migraciones o a los viajes han sido nota habitual. Pero a la vez, también lo han sido el decrecimiento económico y el descenso de los ingresos por todo el globo. De igual forma, ha aumentado la necesidad que el sector de la población mundial más acaudalado tiene por un sistema de salud y financiero estable. Y por ambas razones, por la necesidad de más inversión en los países ricos y la necesidad de emigrantes con capital en busca de sistemas estables, lo más probable es que este tipo de migraciones a través de las conocidas como Golden Visas no haga más que aumentar en los años que se vienen.

Los procesos de golden visa han ido ganando en reputación y popularidad durante los últimos años. La residencia o la ciudadanía alternativa ofrece muchos beneficios en términos de seguridad, oportunidad y diversificación, y los HNWIs (high-net-worth-individuals, o personas con alto patrimonio) los han estado aprovechando durante la última década, al menos, hasta 2020, cuando la irrupción del COVID-19 obligó a un freno en seco en las solicitudes y, sobre todo, en las concesiones de este tipo de permisos de residencia.

Mira: Golden visas: ¿qué son, cómo se consiguen y qué pueden ofrecer?

Y sin embargo, aunque la mayoría de las restricciones a los viajes es probable que se mantengan durante un tiempo, los procesos de golden visa están abocados a dispararse. A continuación, enumeramos algunos de los motivos en los que nos apoyamos para realizar dicha afirmación.

Motivos al aumento de los procesos de ciudadanía y/o residencia por inversión

• Los ciudadanos de ciertos países han visto como el valor de sus pasaportes se devaluaba por la mala gestión que sus Estados han hecho de la crisis. Claro ejemplo de ello son los viajeros de EEUU, que se enfrentaron a restricciones sin precedentes en Europa. De ahí que muchos de ellos accedieran a programas de migración por inversión hacia el Viejo Continente, tal y como hizo Eric Schmidt, exCEO de Google, que obtuvo la ciudadanía chipriota para él y su familia.
• Por otra parte, los estragos que la pandemia ha causado en las economías dependientes del turismo han impulsado a varios estados del Caribe a introducir nuevas opciones de ciudadanía por inversión, o a disminuir los requisitos existentes. Hoy, los HNWI buscan puertos seguros, y han mostrado un gran interés en la región del Caribe. Sin ir más lejos, Santa Lucía ha puesto en marcha la primera plataforma de pago y procesamiento electrónico de la región para este tipo de procesos, permitiendo que las solicitudes pueden llevarse a cabo online.
• Algunos estados europeos, como es el caso de Estonia, o Noruega, han creado programas para atraer a los telemigrantes. A estos —normalmente personas jóvenes, con muchas menos ataduras económicas, laborales (trabajan online) o familiares a su tierra natal y con ganas de probar experiencias— se les ofrece una serie de ventajas para residir en el país en cuestión.
• Y por último, hay que tener en cuenta los programas de turismo sanitario que ofrecen países como Tailandia o los Estados miembros de los Emiratos Árabes Unidos; un sector destinado a dispararse en los próximos años.

Conclusión

En los años que vienen, es inevitable que los países comiencen a introducir nuevos programas de residencia y ciudadanía por inversión, así como otras soluciones del estilo para aliviar las dificultades financieras causadas por la pandemia. Dichos programas cuentan con una capacidad demostrada de diversificar ingresos y crear un impacto económico positivo en las naciones anfitrionas, y pocas se resistirán a ponerlos en práctica.

Por ahora, aunque parece un poco pronto para ver cómo la pandemia alterará los flujos de HNWIs por todo el mundo, parece que ya existe una cierta tendencia. Países como China, Francia, India, Rusia o Turquía están experimentando las salidas más significativas de HNWIs; mientras que Australia, Suiza y los EEUU se mantienen como los destinos preferidos de los solicitantes de golden visas.

Eso sí, parece que hay un grupo de países que, por calidad de vida o clima, parecen estar convirtiéndose en los próximos destinos predilectos de este tipo de inversores: Portugal, Chipre, Grecia, Italia, España y Nueva Zelandia. Naciones que, quizás, en una década, sean sinónimo del auge que se viene en la migración por inversión.